*El uso de la fuerza sólo atrae la fuerza.
*La riqueza no alimenta el espíritu.
*El ansia de poseer sin límite ciega al ser humano y lo convierte en un monstruo codicioso y violento.
*La preocupación sólo por sí mismo, y el darse importancia son vanos y autodestructivos.
*La victoria en la guerra no es gloriosa. No debe celebrarse, sino ser causa de duelo, porque surge de la devastación.
*Cuanto más empecinadamente se intenta algo, mayor es la resistencia que se crea; cuanto más se actúa en armonía con el universo, más se logrará y con menos esfuerzo.
*El verdadero sabio concede poca importancia a su propia sabiduría, porque cuanto más conoce más se da cuenta de lo limitado de su conocimiento.
*Cuando perdemos los valores fundamentales, los reemplazamos con valores crecientemente inferiores que pretendemos verdaderos.
*La glorificación de la riqueza, el poder y la belleza atraen el crimen, la envidia y la vergüenza.
*Las cualidades de flexibilidad y suavidad son habitualmente superiores a las de rigidez y fuerza.
*El contraste de los opuestos (la diferencia entre masculino y femenino, luz y oscuridad, fuerte y débil, etc.) es lo que permite entender y apreciar el universo.