Mi mano toma la esperanza, desde el último rincón
ese de segundos después abismo.
Sueña con creer, mi niña, y trato de convencerla
que la vida es bella, que corra por las praderas
Ella me susurra que quiere volar!
nadar, pasear, oler, tocar, disfrutar.
Ahora la escucho, la acaricio cuando duerme.
La comprendo ahora, y la aliento.
A ver tu niña, que quieres hacer?
Rodar por el pasto, trepar arboles frondosos
juntar esmeraldas infinitas,
hasta que nos sanen las pupilas,
nos bañen las tripas, y nos pulan las aristas.
que te quiero verde...
como el trigo, que después del sol
se vuelve dorado y bello...