jueves, 29 de octubre de 2009

EMPATIA.




Golpean los latidos, luchando para saber


que cosas tienes arriba del escritorio


como pones tus manos


cuando pierdes la mirada en la ventana


Los pensamientos juegan divertidos


como adivinar el color del libro


que apoyas en la mesilla de luz.


Cuchichean celosos los querubines


sospechando tus sonrisas,


se retuerce lo interno, imaginando


tan solo una lágrima.


Viajan mis ideas , revoltosas,


curiosas, inquietas, sobresaltadas.


El azar no existe, yo te adivino


la mente corre, ya no la persigo.


mis pies siempre descalzos,


se rebelan ante lo inmenso, de buscarte tanto


tanto...