miércoles, 15 de septiembre de 2010

Virgen del Milagro



Virgen del Milagro

En el año 1692 la imagen de Inmaculada Concepción de María, que luego se llamaría Virgen del Milagro, se encontraba a tres metros de altura en un nicho del retablo del Altar Mayor. Cuenta la historia que aquel 13 de septiembre, después de los fuertes y reiterados temblores que destruyeron la ciudad de Esteco y fueron percibidos con singular intensidad en la ciudad de Salta,, se encontró la imagen de la Inmaculada en el suelo sin que sufrieran daño su rostro y manos y según la tradición perdió los colores del rostro que quedó pardo y macilento. La imagen fue llevada a la casa del alcalde Bernardo Diez Zambrano donde se oró toda la noche. Al día siguiente, 14 de septiembre, se colocó la imagen, que todos querían venerar, en el exterior de la Iglesia Matriz donde continuaron los cambios de colores del rostro y fue entonces cuando muchos fieles comenzaron a llamarla “del Milagro”. Una nueva historia empezaba para esta sencilla imagen y para los salteños., que jamás abandonarían su culto y su devoción Según la tradición oral y el exhorto de Chávez y Abreu, el padre jesuita José Carrión recibe la revelación de que el Santo Cristo Crucificado de la Iglesia Matriz, que tenían sin devoción y sin sacarlo en procesión, habría perdonado a Salta a pedido y súplica de la Madre de Dios del Milagro. Los padres jesuitas recordaron al Santo Cristo y lo liberaron de su encierro; lo colocaron frente a la iglesia que la Compañía de Jesús tenía en el centro de la ciudad. La imagen fue sacada en procesión por los fieles salteños con el ruego de que cesaran los temblores, lo que finalmente ocurrió.

Cuadro de Aristene Papi (Primera Procesión – 1939)
Al amanecer del día 14 la tierra dejó de temblar, volvió a estremecerse a la noche, en medio de procesiones y rogativas. Al cesar los estremecimientos, el día 15 renació la calma y con ella se comenzó a hablar del "milagro", designando a la Inmaculada como Virgen del Milagro.

En 1902 y por iniciativa del Obispo Linares, las imágenes fueron coronadas en presencia de altas autoridades de la Iglesia, venidas desde Roma.

El Milagro es pues la más antigua y también la más actual manifestación de fe de Salta, la cual no conoce otro acontecimiento festivo de la antigüedad, masividad y capacidad de inclusión de éste.

Hasta la llegada de Monseñor Tavella las imágenes del Señor y Virgen del Milagro estaban tapadas por una cortina que se corría los viernes y sábados respectivamente porque se consideraba que este culto no era cosa de todos los días. Y así llegamos a nuestros días, en que el culto a las imágenes del Milagro es la festividad más importante para la Ciudad, a la que no solo asisten todos los salteños, sino fieles de Provincias vecinas y la imagen de la Virgen se ha convertido en la Protectora de la Ciudad.

Los cultos del Milagro se celebran entre los días 6 y 15 de septiembre de cada año. La Novena, ha sido compuesta en 1760 por el Presbítero Dr. Francisco Javier Fernandez, y su rezo tiene lugar entre los días 6 y 14 de septiembre. El solemne Triduo se realiza en la Catedral Basílica de Salta los días 13, 14 y 15 de septiembre de cada año.

Los días 15 de septiembre, las Santas Imagenes recorren en procesión las calles de la ciudad, acompañadas de cientos de miles de fieles, en una de las expresiones populares más importantes de la Argentina

La imágen de la Virgen:


La imagen de la Virgen del Milagro representa a María de pie sobre la luna en cuarto creciente aplastando el dragón que enrosca por delante su cabeza y cola aseteada (con forma de flecha).

La procedencia de la imagen no está determinada, pero su análisis muestra que la cabeza y las manos son de distinto origen al cuerpo tallado, al que fueron añadidas.
Inicialmente la Virgen del Milagro fue una Inmaculada de bulto completo con manto, todo tallado en madera. Esta imagen fue labrada nuevamente para hacerla articulada y poder vestirla con indumentarias de tela. Al respecto, Monseñor Toscano escribió: “La novedad que todo lo invade, comenzó por ponerle vestidos de tela, costumbre que se ha perpetuado hasta hoy, desperfeccionándosele, con este motivo, algo de la cabeza para acomodarle pelo postizo, y los brazos para hacerlos susceptibles de ser cubiertos de ropa”.

El ajuste a la nueva moda fue realizado por Tomás Cabrera, como consta en la tarjeta orlada sobre el pecho que dice: “Tomás Cabrera, la encarnó. Año 1795”. (Encarnar significa darle color carne a las esculturas, y nada tiene que ver con el tallado del cuerpo completo). La túnica tallada está ornamentada con finas líneas de oro sobre pintura que simulan brocato y una ancha faja de pan de oro en su borde inferior.


Las flores

El arreglo floral del Señor del Milagro

lleva, aproximadamente,

diez mil claveles rojos,

y el de la Virgen,

unas ocho mil flores blancas.