Por decreto Divino el alma fue enviada a la tierra a unirse a un cuerpo material. Es la unión entre los cielos y la tierra. Es algo controlado por tiempo y espacio que es este cuerpo y algo que no esta contenido en el tiempo que es el alma. Es un hermosísimo misterio sobre el cual deberíamos quizás meditar un poco”.
¿Por que? Porque si el alma desciende al cuerpo, el deseo que tiene es de volar hacia la libertad que tenia antes de ingresar al cuerpo donde se siente aprisionada. El alma se siente aprisionada en el cuerpo. El alma siente como que esta fuera de lo que seria su reino y sin duda lo es, ya que este mundo material no es el lugar donde ella prefiere estar. Es por ello que cuando el alma desciende al cuerpo se intoxica con esos sentidos que tenemos y con los cuales percibimos el mundo material. El punto es que muy pocas almas cuando ingresan al cuerpo recuerdan su origen y recuerdan que han descendido. En la mayoría de nosotros, el alma permanece intoxicada en ese elemento y se olvida de su origen.
Ante todo debemos recordar que en esta dimensión no hay nada mas grande que el ALMA HUMANA. Es importante que ese alma ingrese al camino del Recuerdo y de la Remembranza porque sin el alma no es posible tener una relación amorosa con otro ser humano. Aquellos que hemos tenido la posibilidad de haber podido lavar un cuerpo cuando el alma ha partido, como este fakir ha lavado el cuerpo de su padre, sabemos exactamente que es lo que significa tocar algo que hasta hace unas horas, unos minutos, unos días antes, estaba animado, sonreía, miraba, hablada, nos acariciaba y de pronto todas esas cualidades desaparecen cuando lo que queda es el cuerpo material al que tanto amamos.
“Estamos trazando la creación del universo, su crisis y su destrucción, y finalmente su deleite”.
Todo aquello que nace, muere. Todo aquello que es construido, se derrumba. Todo aquello que se une, se dispersa. Toda creación tiene un final. Hay un reino que trasciende el mundo visible. Hay una condición transformadora la cual existe aun cuando algo ha muerto.
¿Por que? Porque si el alma desciende al cuerpo, el deseo que tiene es de volar hacia la libertad que tenia antes de ingresar al cuerpo donde se siente aprisionada. El alma se siente aprisionada en el cuerpo. El alma siente como que esta fuera de lo que seria su reino y sin duda lo es, ya que este mundo material no es el lugar donde ella prefiere estar. Es por ello que cuando el alma desciende al cuerpo se intoxica con esos sentidos que tenemos y con los cuales percibimos el mundo material. El punto es que muy pocas almas cuando ingresan al cuerpo recuerdan su origen y recuerdan que han descendido. En la mayoría de nosotros, el alma permanece intoxicada en ese elemento y se olvida de su origen.
Ante todo debemos recordar que en esta dimensión no hay nada mas grande que el ALMA HUMANA. Es importante que ese alma ingrese al camino del Recuerdo y de la Remembranza porque sin el alma no es posible tener una relación amorosa con otro ser humano. Aquellos que hemos tenido la posibilidad de haber podido lavar un cuerpo cuando el alma ha partido, como este fakir ha lavado el cuerpo de su padre, sabemos exactamente que es lo que significa tocar algo que hasta hace unas horas, unos minutos, unos días antes, estaba animado, sonreía, miraba, hablada, nos acariciaba y de pronto todas esas cualidades desaparecen cuando lo que queda es el cuerpo material al que tanto amamos.
“Estamos trazando la creación del universo, su crisis y su destrucción, y finalmente su deleite”.
Todo aquello que nace, muere. Todo aquello que es construido, se derrumba. Todo aquello que se une, se dispersa. Toda creación tiene un final. Hay un reino que trasciende el mundo visible. Hay una condición transformadora la cual existe aun cuando algo ha muerto.
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Cuento: Sólo quiero aire.
Un joven fue a ver a un sabio maestro y le preguntó:
-Señor, ¿qué debo hacer para conseguir lo que yo quiero?.
El sabio no contestó. El joven después de repetir su pregunta varias veces con el mismo resultado se marchó y volvió al día siguiente con la misma demanda. No obtuvo ninguna respuesta y entonces volvió por tercera vez y repitió su pregunta:
-¿Qué debo hacer para conseguir lo que yo quiero?
El sabio le dijo:
-Ven conmigo.
Y se dirigieron a un río cercano. Entró en el agua llevando al joven de la mano y cuando alcanzaron cierta profundidad el sabio se apoyó en los hombros del joven y lo sumergió en el agua y pese a los esfuerzos del joven por desasirse de él, allí lo mantuvo. Al fin lo dejó salir y el joven respiró recuperando su aliento. Entonces preguntó el sabio:
-Cuando estabas bajo el agua, ¿qué era lo que más deseabas?
Sin vacilar contestó el joven:
-Aire, quería aire.
-¿No hubieras preferido mejor riquezas, comodidad, placeres, poder o amor?
–No, señor, deseaba aire, necesitaba aire y solo aire -fue su inmediata respuesta.
-Entonces -contestó el sabio-, para conseguir lo que tú quieres debes quererlo con la misma intensidad que querías el aire, debes luchar por ello y excluir todo lo demás. Debe ser tu única aspiración día y noche. Si tienes ese fervor, conseguirás sin duda lo que quieres.
Cuento: Sólo quiero aire.
Un joven fue a ver a un sabio maestro y le preguntó:
-Señor, ¿qué debo hacer para conseguir lo que yo quiero?.
El sabio no contestó. El joven después de repetir su pregunta varias veces con el mismo resultado se marchó y volvió al día siguiente con la misma demanda. No obtuvo ninguna respuesta y entonces volvió por tercera vez y repitió su pregunta:
-¿Qué debo hacer para conseguir lo que yo quiero?
El sabio le dijo:
-Ven conmigo.
Y se dirigieron a un río cercano. Entró en el agua llevando al joven de la mano y cuando alcanzaron cierta profundidad el sabio se apoyó en los hombros del joven y lo sumergió en el agua y pese a los esfuerzos del joven por desasirse de él, allí lo mantuvo. Al fin lo dejó salir y el joven respiró recuperando su aliento. Entonces preguntó el sabio:
-Cuando estabas bajo el agua, ¿qué era lo que más deseabas?
Sin vacilar contestó el joven:
-Aire, quería aire.
-¿No hubieras preferido mejor riquezas, comodidad, placeres, poder o amor?
–No, señor, deseaba aire, necesitaba aire y solo aire -fue su inmediata respuesta.
-Entonces -contestó el sabio-, para conseguir lo que tú quieres debes quererlo con la misma intensidad que querías el aire, debes luchar por ello y excluir todo lo demás. Debe ser tu única aspiración día y noche. Si tienes ese fervor, conseguirás sin duda lo que quieres.