No recuerdo dónde
quedaron mis alas
en que lugar las olvidé
o quién acaso me las robó
triste mi niña las reclama
mis latidos rasguñan carne
se ahogan en sangre caliente
no ven celestes ni azules
mis ojos
lágrimas empañan la esfera
los grises son los patrones
ahora como nunca
y plumas atragantan la traquea.
efluvios se sueltan locos
escapando de su cruel cárcel
te buscan,
se van contigo, para que le cantes
una nana nuevita
unas palmadas doradas al alma.