“Un simple girasol plantado por Klimt en un caos floreciente, está allí como un hada enamorada cuyo ropaje verdegris fluye como una cascada de estremecedora pasión. El rostro de un girasol, tan secretamente oscuro en su corona de rayos amarillo dorados, tiene para el pintor algo místico, podría decirse algo cósmico. ¿No es este el aspecto de un eclipse solar?.
Ludwig Hevesi.
Ludwig Hevesi.