jueves, 16 de diciembre de 2010

Ashura: el Perdón es la primera lluvia.


Ashura: el Perdón es la primera lluvia
Este día es considerado como uno de los más memorables del año, en el cual los profetas fueron liberados, superando las duras pruebas a las que fueron sometidos


El día en que el Profeta Moisés y su pueblo cruzaron el Mar Rojo El día 10 del mes de Muharram, primero del calendario lunar, se celebra el Día de Ashura. Existen muchos motivos por los cuales merece la pena ayunar en este día. Cuando el Mensajero de Al-lâh (paz y bendiciones) llegó a Medina, encontró que los judíos estaban ayunando. Les preguntó el motivo por el cual ayunaban, y le respondieron que estaban celebrando el día en que el Profeta Moisés (paz y bendiciones) y su pueblo cruzaron el Mar Rojo, el día en que las aguas se abrieron, en que los judíos pudieron abandonar Egipto y las aguas se cerraron para anegar al ejército del Faraón. Al oír estas palabras, el Profeta Muhámmad se sintió identificado con el motivo del ayuno y les dijo: “Entonces, nosotros tenemos aún mas derecho a ayunar que vosotros”.

En ese momento los musulmanes que huían de la Meka encarnaban al pueblo judío en su fuga de la tiranía. Para los judíos de Medina, en cambio, se trataba tan solo de una fiesta, de la conmemoración de una historia que afectó a sus antepasados, una historia nacional. No eran capaces de darse cuenta de que esa historia se estaba reproduciendo ante ellos. ¿Acaso no nos sucede lo mismo a los musulmanes hoy en día, cuando celebramos el día de Ashura como una fiesta de reafirmación de una identidad soñada? No nos damos cuenta de que todos los pueblos expatriados, los refugiados de este mundo, repiten la experiencia del Profeta y de sus Compañeros. No los honramos por ello, ni los ayudamos. Para que la celebración del Día de Ashura no quede reducida a un acto de folklore, hay que adentrarse en las connotaciones de este día, reconocer en todos los pueblos perseguidos al pueblo de Israel y emprender el camino de la liberación.

Según la tradición islámica, el día 10 del mes de Muharram es un día señalado en el proceso de la Creación.

El día en el que Al-lâh creó Su Trono;
el día en el que Al-lâh creó Su Escabel;
el día en el que Al-lâh creó su Tabla;
el día en el que Al-lâh creó Su Cálamo;
el día en el que Al-lâh creó al ángel Gabriel y a todos Sus ángeles;
el día en el que Al-lâh creó los cielos;
el día en el que Al-lâh creó las estrellas;
el día en el que Al-lâh creó la tierra.

También es un día señalado en el ciclo de la profecía:

Es el día en el que Al-lâh creó al profeta Adán;
el día en que Adán descendió a la tierra;
el día en el que Al-lâh perdonó a Adán y le abrió de nuevo las puertas de Su paraíso;
el día que Jonás fue liberado del vientre de la ballena;
el día en el que el Arca de Noé tocó tierra;
el día en el que Abraham fue rescatado del fuego;
el día que Al-lâh perdonó a David;
el día en que Al-lâh le otorgó a Salomón los reinos de lo visible y lo invisible;
el día en que Al-lâh curó las heridas de Job;
el día en el que Moisés cruzó el mar Rojo;
el día en el que Idris fue elevado vivo al Paraíso;
el día en el que Jesús fue elevado al cielo;

El Día de Ashura cayó la primera lluvia sobre la tierra;
fue el día del martirio del Iman Hussein en Kerbala
y ha de ser el día en que termine el mundo.

Por todo ello, este día es considerado como uno de los más memorables del año, en el cual los profetas fueron liberados, superando las duras pruebas a las que fueron sometidos. El Día de Ashura es un día propicio para el perdón y el arrepentimiento. ¿Qué significa perdonar? Significa que la Misericordia de Al-lâh precede a Su Ira, y que los creyentes superan su miseria y se elevan hacia la Fuente, aceptando todo lo sucedido como Voluntad Divina, como un acto de Amor cuyo origen y destino no es otro que Al-lâh. Significa que tomamos conciencia de que no hay otro que Al-lâh, y que todo ha sucedido exactamente como estaba escrito, que estamos desbordados, que todos nuestros odios y carencias no son nada frente al mar de la Misericordia. Significa abandonar la ira, olvidar las ofensas, reconocer que no somos nadie para acusar a nadie, que somos Hijos de Adán y estamos todos en lo mismo.