viernes, 5 de noviembre de 2010

Comentario Esotérico del Corán;Sura 24: La Luz



Comentario Esotérico del Corán


Sura 24: La Luz


Dios es la Luz de los Cielos y de la Tierra: Es la Luz que se manifiesta en razón de Su Esencia misma y por la cual son manifestadas las cosas.


En un sentido absoluto, la Luz es uno de los Nombres de Dios, exaltado sea, considerado tanto bajo la relación de la violenta manifestación de Sí mismo como de la manifestación de las cosas por El; esto es conforme a lo que se ha dicho:


"El permanece oculto por el exceso de Su manifestación. Las miradas de los hombres se han dado como tarea percibirLE pero permanecen como murciélagos".


"Lo que unos ojos azules pueden alcanzar de la Luz de Su Faz, valo lo que pueden discernir los ojos cubiertos de legañas".


Ahora bien por el hecho de que El subsiste por Sí mismo y se manifiesta por Sí mismo, El es La Luz de los Cielos y de la Tierra, es decir, El que hace manifiestos los Cielos de los espíritus y la Tierra de los cuerpos. El es así el Ser absoluto por el cual existe toda cosa existente así como la claridad misma.


El símbolo de su Luz, es decir, su aspecto existencial y su manifestación en los mundos vueltos manifiestos por ella, es un nicho en el cual se encuentra una mecha: es una figura del cuerpo que, oscuro en él mismo, se ilumina por la Luz del Espíritu representada por la mecha, y al mismo tiempo se encuentra desgarrado por los canales de los sentidos; la irradiación de la luz a través de los intervalos que constituyen éstos es evocada por el efecto que produce el nicho con su mecha.


EL cristal es una designación del corazón que se ilumina por el Espíritu y que, por reflejo ilumina lo que le rodea, tal como una candela que, iluminándose ella misma, ilumina alrededor de ella. Este cristal es comparado a un astro brillante en virtud de su simplicidad, de su excepcional luminosidad y de su posición elevada, así como en virtud de la multitud de sus rayos, tal como es el estado del corazón.


El árbol que presta su fuego a este cristal es el alma santa, pura y limpia; simbolizada así en razón de la ramificación de sus modalidades y de la variedad de sus facultades que brotan de la tierra del cuerpo y exaltan sus ramas en el espacio del corazón hacia el Cielo del Espíritu. Este árbol es calificado de bendito en razón de la multitud de las utilidades y de las ventajas que encierran los frutos de las virtudes -ajlâq-, de las obras -'amâl- y de las percepciones -mudrakât-; en razón igualmente de su fuerza de crecimiento por progresión en el perfeccionamiento y el alcance de la felicidad en las dos moradas; en razón también del hecho de que es el soporte de las luces y de los secretos, de los conocimientos y de las realidades, de las estaciones y de las adquisiciones, de los estados y de los dones.


Este árbol ha sido especificado como siendo olivo por el hecho de que las percepciones del alma que simboliza son de naturaleza individual y adherente al núcleo de las ataduras materiales, idea que puede representar el fruto del olivo, pues la aceituna no está constituida únicamente de carne.


Otra razón de esta especificación es la plena disposición de esta alma a ser atizada e iluminada por la luz del fuego del intelecto activo que llega al alma por la intermediación del Espíritu y del corazón, propiedad a la cual corresponde la abundancia del aceite en la aceituna y su naturaleza inflamable.


El hecho de que el olivo no es de Oriente ni de Occidente quiere decir que el alma santa está situada entre el Occidente del mundo de los cuerpos, que es el lugar donde se pone la Luz divina al envolverse en los velos de las tinieblas, por un lado, y el Oriente del mundo de los espíritus, que es el lugar desde donde sale esta Luz al surgir de detrás de los velos de las claridades, por el otro lado; pues el alma santa es más sutil y más clara que el cuerpo, pero más espesa que el Espíritu.


El aceite que es, de esta alma, la potencialidad que lleva en ella la Luz santa, primordial, está presto a lucir y a iluminarse -por paso espontáneo al acto y por llegada a la perfección- aún cuando el fuego no le ha tocado, el fuego del intelecto activo, y aún cuando no le ha alcanzado la luz del Espíritu Santo, tan imperiosa es su vocación y tan impecable su pureza.


Luz sobre Luz: es decir, que este Oriente que hace aparecer la claridad de la perfección realizada es una luz agregada a la Luz de la potencialidad estable que se eleva de la raíz natural, de forma que hay como una luz redoblada.


Dios conduce a su Luz que es manifiesta por esencia y que nace manifiesto lo que es otro que ella, acordando su Asistencia y Su dirección a quien el quiere de entre los seres dignos de Su solicitud a fin de que llegue a la beatitud.


Dios es al respecto de toda cosa Sapientísimo, es decir, El conoce los símbolos y sus aplicaciones adecuadas y revela a Sus Santos sus verdaderos significados.


Dios conduce a Su Luz a quien quiere, en casas, es decir, estaciones espirituales cuya edificación Dios ha autorizado, así como la elevación de sus grados y en las cuales se recita Su Nombre : por la palabra articulada, el combate espiritual -muyâhada- y la adquisición de las virtudes en la estación del alma individual; por la consciencia presencial, el discernimiento ininterrumpido de la presencia divina y la apropiación de las cualidades espirituales en la estación del corazón; por la conversación íntima, el diálogo y la constatación directa de las realidades secretas en la estación del secreto; por la conversación íntima, la contemplación y el deslumbramiento en las luces en la estación del Espíritu; en fin, por la inmersión, el eclipsamiento y la extinción en la estación de la Esencia.


En ellas cantan Su Gloria: por la purificación -tazkiya-, la transcendencia -tanzih, la unicidad -tawhid-, el desprendimiento -tayrid- y la singularización -tafrîd-


Por la mañana de la epifania divina y por la tarde de la ocultación.


Hombres -riyâl- es decir, Hombres espirituales que han alcanzado el grado de la Soledad suprema, adelantados a todos los demás, purificados absolutos, elegidos a parte, subsistentes por la Verdad.


Que no apartan ni negocio -por un cambio del provecho a establecer en la cuenta final contra la vida de este mundo, mientras que viven en accesis -zuhd-, ni venta -la venta de sus almas y de sus bienes contra el paraíso (ofrecido a los combatientes) concluida por el hecho de su combate sagrado -yihad- a quienes, pues, ni este negocio ni esta venta apartan de la Invocación de Dios , que es el dhikr de la Esencia -o del cumplimiento de la Plegaria, plegaria de la contemplación durante el estado de extinción -fana'-, o de la "donación de la limosna obligatoria, que consiste en el hecho de dirigir espiritualmente a los otros -irshâd- y de contribuir a su perfeccionamiento durante el estado de permanencia.


Temen el día en que los corazones se volverán, hacia los secretos y las miradas sensibles hacia las visiones sutiles, día en que , diriase mejor, se trastocarán las realidades tanto de los corazones como de las miradas, en tanto que serán extinguidas y existentes de nuevo por Dios, según el Hadith qudsî donde El dice: "Yo soy entonces su oído y su vista", en virtud de la manifestación del resto existencial superviviente y de la subsistencia de la egoidad criaturial.


Día fijado para que Dios los recompense por una existencia de naturaleza divina según lo mejor que han hecho, por gracias pertenecientes a los paraísos de las acciones, de las almas y de las obras, y para que El les acuerde una demasía de su Favor por gracias pertenecientes a los paraísos de los corazones y de los atributos.


Y Dios provee a quien El quiere de bienes pertenecientes a los paraísos de los Espíritus y de las contemplaciones, sin contar por el hecho de que estos bienes son harto abundantes para ser medidos o apreciados.


En cuanto a aquellos que no tienen fe , es decir, que están velados respecto de la Religión, sus obras, cumplidas en la esperanza de la retribución, son como un espejismo en el desierto, por el hecho de que esas obras han salido de los fantasmas vacíos que se levantan en la llanura del alma animal.