martes, 29 de marzo de 2011

Hesed.agape.ahava.rahamin.


Los cristianos creen que amar a Dios con todo el corazón, mente y fuerza (sobre todas las cosas) y amar al prójimo como a uno mismo son las dos cosas más importantes en la vida (el mayor mandamiento de la Torah de los judíos, según Jesús);46 San Agustín resumió este pensamiento al escribir «ama a Dios, y haz lo que quieras».

El apóstol San Pablo glorificó el amor como la mayor de las virtudes. Describiéndolo en el famoso poema Primera epístola a los corintios, escribió:
«El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece,
no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido,
no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta».
1 Corintios 13:4-7.

En la Primera epístola de Juan, capítulo 4, se dice:
«Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor».
1 Juan 4:7-8.

Una visión simplista del árbol de la vida nos muestra que son cuatro representaciones en una: representa a dios, representa al hombre (hecho a imagen y semejanza de su creador), representa el camino que siguió Dios para crear al mundo y representa el camino que toda persona debe seguir para conocer a Dios.
En los dos primeros casos (Dios y el hombre), son los sefirotes los que representan su escencia: Kether, Binah y Hockmah son su cabeza o alma intelectiva (el yo, el conocimiento), Hesed, Geburah y Tiphereth son sus brazos y su corazón o el alma irascible (los valores, los sentimientos), Netzah, Hod y Yesod son las piernas y el sexo o el alma apetitiva (las pasiones) y Malkuth representa la base de todo: la materia a partir de que está hecho. Los caminos que siguió Dios y que deben seguir los hombres se extraen a partir de los canales que conectan los diez sefirotes. Hay 22 canales, que corresponden cada uno a una de las letras del alfabeto hebreo (aleph, beth, ...) y que siguen un orden concreto desde arriba hacia abajo.
Al principio, cuando Dios creó al mundo, salieron de él diez emanaciones, manifestaciones de la Energía Universal. Estas emanaciones son llamados sefirotes (esferas), los diez sefirotes son:
-Kether.- significa corona y reperesenta a Dios. Es el punto de máxima comunión espiritual.
-Chockmah.- Significa sabiduría. Es el conocimiento que proviene de Dios, el conocimiento iluminado.
-Binah.- Significa conocimiento o comprensión. Es el conocimiento adquirido a través de la sabiduría, el conocimiento que no ha sido iluminado por Dios.
-Hesed o Chesed.- Significa amor o misericordia. Es una manifestación del amor divino.
-Geburah.- Significa poder, miedo o severidad. Es la representación de la fuerza del Castigo Divino.
-Tifereth o Rahamim. Significa belleza o compasión. Es la representación del Corazón Divino.
-Netzah.- Significa eternidad. Es la representación de la parte masculina creadora de la vida.
-Hod.- Significa resplandor. Es la representación de la parte femenina creadora de la vida.
-Yesod.- Significa La Base. Representa el sexo, la fuerza vital del universo. También se llama Tsaddiq, El Justo.
-Malkuth.- Significa Reino. Representa al hombre, al Reino de Dios en la Tierra.

En el idioma griego existen 4 palabras identificar las distintas clases de "amor".

"Eros"- El amor carnal amor es el mor erotico, puede existir en el matrimonio o fuera de el.

"Fileo"- Amor entre padres e hijos (filial).

"Storge"- Afecto tierno de amistad.

"Agape"- Amor de Dios. Connota sacrificio y es totalmente desinteresado.


Dios dijo: Toma ahora a tu hijo, tu único, a quien amas, a Isaac, y ve a la tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Génesis 22:2

Amas – Para todo hay una primera vez. Usualmente, las primeras veces son muy significativas, especialmente cuando aparecen en la Biblia. Por ejemplo, la primera vez que encontramos la palabra “´ezer” (traducida como “ayuda”), aprendemos algo increíblemente importante sobre las mujeres.

En éste versículo, encontramos por primera vez la palabra “´ahav”. Y si es importante que conozcas el significado de “´ahav”. Esta es la palabra hebrea para amor.

¿Te parece un poco curioso? A fin de cuentas, nos encontramos justo en la mitad de Génesis. Ya hemos cubierto la creación, Adán y Eva, Noé, el llamado de Abraham y el nacimiento de Isaac, pero la palabra “´ahav” no se menciona ni una vez en todas esas historias.

Si escribiéramos un libro sobre Génesis desde nuestra perspectiva evangélica de Juan 3:16, probablemente comenzaríamos con esta palabra. Lo más probable es que abriríamos el texto con “en el principio, Dios amó.” Pero las Escrituras hebreas reservan estas palabras hasta que Dios desafía a Abraham a sacrificar a su único hijo.

Es entonces cuando “´ahav” se convierte en la única palabra suficientemente significativa para captar el pensamiento. Debe existir una razón para esta economía lingüística. ¿Qué tiene ésta historia que requiere la introducción de ésta palabra tan especial?

Si conectaste esta historia al sacrificio de otro Hijo, estás en el lugar correcto. “´ahav”describe una relación entre Abraham e Isaac que refleja otra relación, una que se convierte en el punto central de toda la existencia humana.

El Padre y el Hijo comparten un destino especial, un vínculo especial. Y el amor no es solo de un lado. Isaac debe amar a Abraham lo suficiente para estar dispuesto a deponer su vida en obediencia. Definitivamente Isaac pudo fácilmente dominar físicamente a Abraham para salvarse. Pero no existe una sola pista de esto en las Escrituras. Isaac ama a su padre.

En hebreo, ese amor se manifiesta por medio de la confianza, sin importar lo que pueda indicar las circunstancias. ¿Acaso anticipa Isaac que algo anda mal? Claro que sí. “¿Dónde está el sacrificio de la ofrenda?” ¿Previene eso que Isaac camine a la par de su padre para ofrecer el sacrificio? Para nada. Isaac obedece. Eso es amor.

¿Ama Abraham a Isaac? ¿Cómo es posible que un hombre que ama a su hijo se disponga a sacrificarlo? Pero el texto nos dice que Abraham ama a Isaac. De hecho, ama a Isaac de una manera sin parangón en ninguna relación previa entre seres humanos. Esta es la primera vez que ocurre “´ahav”.

Abraham ama tanto a Isaac que está dispuesto a confiar el destino de su hijo a un Dios que ha conocido por un siglo. Abraham no retiene nada. Eso también es amor. Y sin coincidencia alguna, todos estos factores tienen una parte en el amor del Padre al Hijo cuando la historia concluye 3000 años después.

Las Escrituras son la palabra viva de Dios. Son palabras intencionadas. Cuando no caen dentro de los patrones que esperamos, debemos prestar mucha atención. Usualmente, contienen algo escondido que debemos saber.

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